Abuso sexual infantil dentro de la familia: el gran tabú
A diferencia de lo que podamos pensar, la mayoría de los abusos sexuales infantiles se producen dentro del seno de la propia familia o por personas conocidas.
El abuso sexual a diferencia de la violencia sexual se entiende como la invasión física o la amenaza de invasión física de naturaleza sexual donde no media la violencia o la intimidación sino la coacción y/o la manipulación.
Hoy en día, en el mundo occidental
desarrollado, 1 de cada 4 niñas ha sufrido
o sufre abusos sexuales. Siendo la proporción en varones de 1 de cada 7 (1). Estas cifras tan elevadas
contrastan con la escasa repercusión mediática que tiene este drama en las sociedades más modernas donde aún existe un absoluto tabú social y mediático. La aplicación más extrema de este tabú lo representan países como China o Indonesia en cuyo lenguaje no se puede ni pronunciar la palabra incesto.
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El descubrimiento del abuso sexual por parte de los familiares o personas cercanas es un hecho por lo general difícil de gestionar para sus miembros ya que conlleva que toda la estructura de la familia se tambaleé y coloca a los familiares ante nuevas responsabilidades y decisiones como como enfrentar y denunciar al agresor. Cuando la verdad sale a la luz la familia tiene que hacer un duelo con la imagen antigua del agresor además de acompañar a la víctima en su trastorno y lidiar con la vergüenza y estigmatización social, en el caso de que se haga público el abuso. Estos efectos del descubrimiento hacen que los miembros de la familia prefieran en muchas ocasiones obviar u ocultar la situación.
Este secretismo familiar y social desactiva la capacidad de acercamiento, comprensión y gestión del problema para las personas cercanas.
A este respecto Vicky Bernadet, presidenta de la fundación que lleva su nombre y que está especializada en abusos sexuales intrafamiliares y del entorno de confianza, insiste en que la conciencia social y familiar son imprescindibles ya que como ella afirma "las respuestas que recibes cuando decides contarlo son de miedo, de recelo, de no saber qué decirte, de incredulidad en ocasiones..."
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El secreto en terapia
Por todo ello además de los síntomas inherentes al abuso sexual, cuando la persona que ha sido víctima de ellos llega a terapia tiene que lidiar con conflictos internos derivados de este tabú. Como por ejemplo el sentimiento de aislamiento, la vergüenza y estigmatización social, el propio rechazo familiar, la desorientación y el miedo a las consecuencias de descubrir el secreto.
En terapia Gestalt una de nuestras tareas como terapeuta a este respecto es ser la escucha que el mundo no ha sido para la víctima, brindar el apoyo y la aceptación que no era accesible en la familia y en el entorno.
En el momento presente es posible que ese entorno de la víctima se niegue aún a brindar el apoyo o dar crédito a su historia por lo que el trabajo a este respecto también pasa por la re-significación de los vínculos con esos familiares y amigos.
En próximos artículos trataremos los síntomas inconscientes del abuso en la edad adulta y daremos unas nociones de como trabajar con ellos.
Valentín Aguado. 2018
(1) Consejo Europeo encargado de la protección de los
derechos humanos (2014)