Síntomas en la edad adulta del abuso sexual en la infancia

26.01.2018

En nuestro artículo anterior dábamos voz al tabú social que existe en torno a un drama de tan amplio alcance como es el abuso sexual infantil en el entorno familiar y cercano.

En esta entrada destacamos varios de los posibles síntomas puede padecer en su edad adulta la persona que sufrió abusos en la infancia. Como veremos estos síntomas no siempre son conscientes para la víctima y a veces parecen no tener relación que ver con la experiencia sufrida: 


- Falta de autodeterminación posterior y autoestima. Al haber sido traspasada la frontera de contacto de la persona en la infancia, esta pierde la seguridad y legitimidad para establecer por sí misma límites en posteriores relaciones.

- Padecimiento mental, miedo, pesadillas, automutilación o intentos de suicidio

- Desafío permanente a las normas sociales. Cuando se ha padecido la ruptura de la frontera personal y la norma social impunemente, la superviviente puede desarrollar en la edad adulta un comportamiento transgresor a su vez con normas personales y sociales. 

- Relación disfuncional con la sexualidad y el deseo donde por ejemplo cualquier sensación placentera es vivida como algo sucio y perverso en la edad adulta.  También puede suceder al contrario: sus relaciones y deseo sexual en la edad adulta puede vivirse sin ningún tipo de contacto emocional.

- Dificultad de establecer relaciones emocionales coherentes. Les cuesta percibir sus propias emociones, tener ideas coherentes de las mismas para poder relacionarse desde ahí con los otros.

-Bloqueo sensorial y perceptivo. Las víctimas sufren una pérdida de estas capacidades, los mecanismos de defensa disociaron, en la época del abuso, la experiencia de la realidad y en el presente aún persiste esta disociación. Pueden incluso caminar por la vida sumidos en distintos grados de irrealidad, incapaces de distinguir con claridad entre quien es ella y quienes son los demás, entre lo que es real y lo que no lo es

- Sentimiento de vileza y despreciabilidad. La víctima se ve así misma como mala, sucia y devaluada como persona, sin merecer cariño.

- Rebeldía y enfado constante contra los distintos sistemas de autoridad

- Actitudes disfuncionales en torno al control por ejemplo generando caos, desarrollando la capacidad para despistarse y ausentarse, mantenerse en alerta constante, utilizar el humor para sobrepasar los momentos difíciles, también suelen tomar la actitud de mantenerse ocupadas constantemente. 


La sanación en terapia

El proceso de sanación de un/una superviviente de abuso sexual conlleva un trabajo constante en el tiempo y muy diverso que incluirá distintas etapas donde el apoyo y cuidado del terapeuta son cruciales para que la persona pueda recuperar su identidad y recursos en la vida.  

En el espacio de seguridad de la consulta la persona podrá expresar emociones temidas durante muchos años. En un proceso de valoración intrínseca a su persona actual ir dejando atrás los mecanismos de defensa que ya no necesita para experimentar sus recursos disponibles con los que mantener relaciones con ella misma y los demás más sanas. 

A lo largo del proceso terapéutico pondremos el foco el discurso incorporado en ella del agresor y sus maneras de actuarlo. Además de ir recuperando el contacto con su propio cuerpo y sus sentidos.  

Estos son entre otros los aspectos en los que iremos trabajando en Gestalt. Un viaje por el abismo hacia la luz donde la valentía de la persona y la confianza en su recuperación y la terapia juegan un papel esencial.